Yogur Griego – Todo lo que necesitas saber sobre el Yogur Griego
El yogur griego (o yogurt griego) es un tipo de yogur elaborado también a partir de leche de cabra o de vaca pero que destaca sobre los demás porque es mucho más cremoso, suave y delicioso que otros tipos de yogures tradicionales. Estas características se deben a que contiene más cantidad de grasa de leche que la mayoría de los yogures, lo cual produce que los microorganismos se desarrollen plenamente durante el proceso de fermentación de modo que se obtiene un yogur de sabor más agradable, apetitoso y de una densidad y suavidad sin igual.
Además, durante el proceso de elaboración del yogur griego se elimina el suero de leche y una parte de la lactosa, por lo que es más bajo en azúcares y carbohidratos que otros yogures. El yogur griego también tiene menos sodio que los yogures convencionales (unos 50 mg), lo que permite reducir el riesgo de hipertensión. Por todas estas razones el yogur griego está considerado como un superalimento para los que cuidan su cuerpo, ya que es un yogur más saludable y más fácil de digerir.
Pero lo que más llama la atención del yogur griego es que entre un 7 y un 8% de su contenido es proteína, es decir, el yogurt griego tiene el doble de proteína de la que puede aportar cualquier otro yogur. Para que nos hagamos una idea, 160 gramos de yogurt griego contienen las mismas proteínas que 100 gramos de pollo. Por tanto, muchos deportistas lo toman pues es una gran fuente de proteína de fácil ingestión (es suave y agradable), fácil consumo (no hay que cocinarlo ni calentarlo) y de muy rápida y saludable digestión.
Pero todavía hay más. El sorprendente yogur griego tradicional tiene un gran contenido en bacterias y microorganismos probióticos y enzimas, muy beneficiosos para nuestro sistema digestivo, pues equilibran la flora intestinal, y desarrollan las defensas de nuestro sistema inmunitario.
Por estos motivos, el yogur griego se ha convertido en un alimento sumamente popular tanto en Estados Unidos como en Europa, y muchas personas han sustituido los yogures tradicionales por este maravilloso producto. Su sabor, su cantidad de proteína y sus pocos azúcares, lo han convertido en un producto muy consumido en dietas para adelgazar o en dietas alto proteícas para crear músculo. Las variedades de yogur griego light son muy recomendadas por los nutricionistas del deporte y el yogur griego orgánico es muy apreciado y demandado, fundamentalmente en Estados Unidos, donde se está produciendo un boom importante en el consumo de productos orgánicos. El yogurt griego se ha hecho tan popular en Estados Unidos que sus ventas se han doblado en tan solo cinco años.
El yogur griego también es perfecto para la cocina, ya que puede utilizarse para hacer salsas, como la salsa de yogur griega, o para dar un toque cremoso a cualquier receta, plato o presentación, pues no cuaja con las altas temperaturas. En restaurantes de todo el mundo los chefs han incorporado con gran éxito el yogur griego a innumerables platos gourmet y nuevas creaciones culinarias. Para muchos expertos cocineros, el yogur griego es un ingrediente sin igual para conseguir la textura y sabores requeridos en la elaboración de cremas o como saludable sustituto de quesos, crema agria o incluso como reemplazo de la mayonesa. Y no sólo en la cocina está de moda, en Estados Unidos el yogur griego se usa incluso para preparar cócteles en los locales de ocio más exquisitos.
Dada la enorme popularidad que estaba adquiriendo este alimento, muchas multinacionales se lanzaron a la fabricación de yogur griego, entre ellas Danone, Nestlé, Yoplait, además de otras muchas que no fabrican un yogur griego real. Ante esto, los auténticos fabricantes griegos de este yogur, contraatacaron en un principio sólo exportando su producto desde Grecia pero a continuación algunas de ellas lograron implantar fábricas en mercados tan difíciles como en el de los Estados Unidos. Algunas de estas marcas griegas son Chobani, FAGE, Olympus y Voskos Greek Yogurt que al llegar a Estados Unidos se encontraron también con la competencia de pequeñas granjas locales y empresas que elaboraban yogur griego orgánico y artesanal, alguna de ellas sigue siendo líder del mercado como Stonyfield.
Pero no es yogur griego todo lo que se ve en las estanterías de los supermercados, aunque en la etiqueta diga que sí. Muchas marcas fabrican yogur normal pero utilizan espesantes, saborizantes, e incluso le agregan proteína y luego lo venden como «yogur griego», cuando obviamente no lo es. Por eso debes seguir los siguientes consejos para identificar el yogur griego auténtico y no llevarte a casa sucedáneos que no son tan saludables.
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